La agricultura fue la base de sus instituciones
políticas y fundaba principios verdaderamente científicos que les permitieron
la alianza de la pequeña propiedad y el estado productor.
El territorio estaba dividido en tres partes: una para el sol, otra para el Inca o soberano y la tercera para el pueblo; las dos primeras se trabajaban colectivamente y sus productos se dedicaban al sostenimiento del culto y de los sacerdotes, los gastos del imperio y de su soberano; la tercera era para él ayllu y se dividía en parcelas proporcionadas al número de miembros de cada familia; a cada matrimonio se le daba la cantidad de tierra que se creía suficiente para su mantenimiento, por cada hijo varón se aumentaba un tanto y mitad por cada hija mujer; las tierras de los ancianos, las viudas, los enfermos y los soldados en servicio eran cultivadas también colectivamente. El Inca mismo daba el ejemplo del trabajo en un día especial y rompía la tierra con una especie de arado de oro.
El territorio estaba dividido en tres partes: una para el sol, otra para el Inca o soberano y la tercera para el pueblo; las dos primeras se trabajaban colectivamente y sus productos se dedicaban al sostenimiento del culto y de los sacerdotes, los gastos del imperio y de su soberano; la tercera era para él ayllu y se dividía en parcelas proporcionadas al número de miembros de cada familia; a cada matrimonio se le daba la cantidad de tierra que se creía suficiente para su mantenimiento, por cada hijo varón se aumentaba un tanto y mitad por cada hija mujer; las tierras de los ancianos, las viudas, los enfermos y los soldados en servicio eran cultivadas también colectivamente. El Inca mismo daba el ejemplo del trabajo en un día especial y rompía la tierra con una especie de arado de oro.